lunes, 28 de mayo de 2012

EL ZEN SIN MAESTRO

                          Los tres tesoros del budismo en general y del zen en particular son : El Buda, el dharma y la sangha. El Buda es el despierto , el iluminado y es representado por el Maestro. El dharma pueden ser todas las existencias físicas o  no , inclusive ensañanzas, sensaciones , todo tipo de percepciones siempre que aparezcan como reflejo de la enseñanza del Buda. .. La sangha es la comunidad de monjes y laicos que practican la Vía.
                         Para cualquier practicante budista ,que es en el campo en el que puedo hablar algo, la relación con el Maestro es fundamental . Supone una base , un eje en el que podemos observar y  comparar nuestra verticalidad. El Maestro gracias a su práctica continua intuye la esencia del practicante, y puede dirigirle hacia un puerto seguro. Para ello usará cualquier medio hábil, desde la pura compasión hasta la más violenta reprimenda pasando por cualquier acción a su alcance que pueda ayudar a despertar a su discípulo.


El maestro tiene la habilidad de enfrentarnos a nuestro ego  en cuanto aparece con una no premeditada respuesta ; de la forma más natural e instantánea puede derrumbarnos de nuestro ilusorio pedestal con un solo gesto. La relación con el Maestro es eterna. En él podemos captar  distintos niveles de espiritualidad y el halo de beatitud que le rodea.
                    Por supuesto hay que testar al Maestro . No confundirlo o confundirnos. El Maestro espiritual no es un padre , ni puede sustituirlo. Tampoco es un amigo o un colega , cualquier confusión en cualquiera de estas direcciones tendrá un efecto devastador .


            La relación con el Maestro tiene algo de juego como entre el ratón y el gato....El gato estudia los movimientos del ratón tranquilamente intuyendo sus próximos movimientos.... El ratón sueña con engañar al gato y ser enteramente libre .  Pero en el momento oportuno llega el fatal zarpazo.......SATORI.

            De las cosas más importantes que debemos fijarnos en la enseñanza de un Maestro, es su capacidad de" non ego", ya que es fundamental que quiera desaparecer en el tiempo. Lo importante que debe trascender a él, es la práctica y método correcto , de modo  que puedas conseguir sin su presencia  la mayor realización posible.
           Debemos desconfiar en principio de Maestros que a la larga son más famosos que el método que transmiten .
 En el caso del zen , lo importante es la postura de meditación , ZAZEN . Es lo que debe perdurar en el tiempo, finalmente sin rastro del Maestro. A partir de zazen , podemos realizarnos; comprender .
En muchas fábulas Zen , cuando el Maestro encuentra al discípulo adecuado al que confiar el dharma del Buda , el maestro desaparece en el río....

                                          
              Muchas veces nuestra necesidad de apego , nos hace descansar y apoyarnos en demasía en la figura del Maestro , reflejo paternal o maternal inconsciente , y evitamos coger el verdadero toro por los cuernos. De esta forma erramos el tiro.
ZAZEN es el verdadero maestro . Mushotoku ( Sin provecho ) Es el Zen sin Maestro.

1 comentario:

  1. Qué cierto y que grande lo que comentas Antonio.

    Hellinger tiene un cuento que no recuerdo bien pero viene a decir que la naturaleza nos sustituye como peones o piezas de un juego cuando no somos útiles, la esencia sin embargo, queda para ser vivida e interpretada una y otra vez sin importar los actores.

    También recuerdo una entrevista a Hellinger en el que le preguntaban algo como: "¿Qué va a pasar con las constelaciones cuando usted muera?". Y el contesta algo así: "¿Qué pasa conmigo ahora si yo dejo que esta pregunta tenga efecto en mi?, ¿sigo entonces al servicio de la vida?."

    Un abrazo.

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